Partiendo de las características que Cabero (CABERO, J (2007): Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación, Madrid, McGraw-Hill, 5, 11-13) plantea a propósito de las características de las nuevas tecnologías y sus posibilidades para la enseñanza y deteniéndonos en la pregunta relativa a cómo se aprende con internet y a través de internet, creemos que se ha de partir de unos principios generales que van más allá de la enumeración de unas simples características que definan los modos y usos de la red como elemento formativo, en este sentido podemos sintetizarlas en tres grandes bloques:
1) Deben estar accesibles, lo que en algunos casos significa que sean económicas y los usuarios puedan contar con los dispositivos necesarios para la comunicación tanto síncrona como asíncrona. Es de resaltar que aún hay zonas que ni siquiera cuentan con una línea telefónica.
2) Que se puedan adaptar a la enseñanza y a su evolución, para no caer en el error de trabajar como siempre pero con nuevas herramientas.
3) Que existan recursos humanos preparados para utilizarlas y aprovecharlas.
En este sentido, nos resulta insuficiente la enumeración y descripción de unas simples características pues consideramos que también se ha de tener en cunata que es importante plantear nuevas modalidades de estudio no sólo basado en lo presencial sino formar un hibrido entre lo presencial soportado con el uso de las TIC, así como la educación a distancia, todo esto en busqueda de una enseñanza más flexible para un mayor número de personas, sin olvidar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje.
A modo de conclusión hemos de resaltar que plantearnos un nuevo escenario para la formación, supone un replanteamiento de los espacios de trabajo en los que se desarrolla la enseñanza y de todos los elementos, factores y roles que caracterizan la acción docente y la participación de los alumnos en los procesos de enseñanza aprendizaje. Es decir, es necesario más allá de quedarnos en unas descripciones extremadamente laxas, afrontar que la formación por internet se enfrenta a un proceso de transición y grandes desafíos, debido a que con el transcurrir del tiempo, los ciudadanos han tomado conciencia de la importancia fundamental que este tipo de educación tiene para la construcción de un futuro mejor, el desarrollo sociocultural y económico de un país. Esto lo evidencia la UNESCO(1998) indicando que la educación superior pasó a la historia en la segunda mitad del siglo XX como la época de expansión más espectacular; ya que a escala mundial, el número de estudiantes matriculados se multiplicó por más de seis entre 1960 (13 millones) y 1995 (82 millones). Estos indicadores nos muestran que año tras año crecen las demandas de las universidades, y por ende deben dar un mayor acceso a los estudios que ofrecen, en los espacios físicos con los que se cuenta, creando hacinamiento en las aulas de clase. Es por ello que las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) juegan un papel fundamental, ya que permiten llegar a un mayor número de personas ubicadas en cualquier espacio geográfico.
